El abuso de alcohol en la adolescencia daña al
cerebro
Los fines de semana, en cualquier ciudad de España,
miles de adolescentes se reúnen en parques, calles y bares para beber alcohol
hasta que llegue la hora de irse a sus casas. ¿Cuántas copas pueden ingerir en
ese periodo de tiempo? Depende de la persona, pero la mayoría de ellos termina
borracho sin saber la repercusión que tiene en su salud. Ahora, un reciente
estudio ha demostrado que las borracheras habituales en la adolescencia producen
una tolerancia al alcohol que puede perjudicar el crecimiento y alterar las
funciones cerebrales.
Muchos jóvenes tienen su primer contacto con el
alcohol entre los 12 y los 17 años, una edad que se considera temprana. Un
estudio sobre el abuso de drogas en el año 2000 revelaba que cerca del 20% de
los adolescentes había consumido alcohol en los meses previos a la investigación
y un 10% ingería cinco o más copas cada tarde-noche. Un nuevo estudio realizado
con roedores demuestra que un consumo habitual de alcohol en la adolescencia,
conocido como una exposición crónica intermitente al etanol, puede alterar la
función cerebral y tener consecuencias y efectos negativos a largo plazo.
"Hemos encontrado que una elevada ingesta de alcohol entre los
adolescentes produce tolerancia al mismo, es decir, una disminución en la
respuesta a esta droga debido a que el organismo se ha habituado a su consumo",
explica Douglas B. Matthews, profesor de psicología en la Universidad de Memphis
(Estados Unidos) y uno de los autores de la investigación con ratones, publicada
en 'Alcoholism: Clinical & Experimental Research'. Así, Matthews señala que
"un consumo exagerado de alcohol perjudica el crecimiento, generando un
aumento de peso y altera el funcionamiento normal del hígado. Además se crea
una tolerancia hipnótica y cognitiva a esta sustancia".
Otro de los
resultados del estudio es que la profunda tolerancia al alcohol que se produce
en la pubertad, puede agravarse en la edad adulta. Las conclusiones de la
investigación también revelan, como expresa Matthews, que "en la adolescencia,
periodo en el que las personas se están desarrollando, beber en grandes
cantidades puede producir cambios en algunas funciones biológicas que
tienen implicaciones a largo plazo".
"Numerosos estudios han demostrado
que los sujetos que empiezan a beber a una edad temprana tienen más riesgo de
sufrir problemas de alcoholismo cuando son adultos", afirma Linda Patia
Spear, profesora del departamento de psicología y el Centro para el desarrollo
de la psicobiología en la Universidad de Binghamton. Aunque reconoce que
"todavía queda mucho que investigar sobre cómo influye el abuso de alcohol
durante la adolescencia en la etapa adulta".